Capítulo 27.
La música sonaba alta en la habitación, los hombres lo rodeaban como si tuviera la oportunidad de correr. Sus manos atadas detrás de la silla con un alambre que calaba en su piel, la bolsa de tela en su cabeza que impedía ver la cara de los presentes.
La música le hacía perder la paciencia y ellos lo sabían, el hombre mayor de edad se acerca con un arma en la mano, la mujer parada detrás de él a un lado mirando a todos lados, arrepentida.
—Veo que no aprendes Taehyung —el mayor de los Jeon habla. La música baja.
Le quita con el arma la bolsa de la cabeza, abre los ojos y mira a todos. Hasta el momento no ha sido golpeado en el rostro solo en el cuerpo pero aún así se siente cansado.
—Tus hijos están decepcionados de ti... de ustedes —se corrige mirando a la mujer que había querido como si fuera su madre.
—Veamos, si esto no se hubiera salido de las manos, no hubiera pasado nada de esto. ¡Todo por ese omega! —grita molesto hacia él.
—¿No crees que ya era necesario que tu hijo fuera feliz? Viviendo con ustedes pasó un infierno —habla con molestia gruñendo al final.
La mujer frunce el ceño y se molesta, los olores estaban mezclados, tan agrios que hacían marearla.
—Eso es mentira, Jungkook fue muy feliz con nosotros al igual que Jongsuk.
—Por favor cierra la boca, ni siquiera estuviste en ninguno de sus cumpleaños, no finjas que fuiste una buena madre porque no te queda.
—¡Basta!
Camina hacia él e impacta su mano en su mejilla. Taehyung sabe que tiene la razón.
—Ya basta inútil, estás aquí para obedecer a lo que yo te diga no a jodernos. Ya sabes cómo estarán las cosas, te dejaremos ir pero tienes que acabar con ese omega o sino ya sabes las consecuencias —amenaza.
Él no quiere hacerlo, Jungkook es como un hermano el cual siempre le ha brindado el apoyo, traicionarlo lo hacía sentir mal. Tenía que hacer algo.
—Y ni se te ocurra hablar, tenemos tus pasos rastreados, podemos escuchar lo que hablas y si llegas a decir una estupidez —hace una seña con su pulgar donde pasa este por su cuello. Taehyung traga duro.
✧✦✧
Corre por el patio riendo, usaba solo una camisa de su alfa y un mini short ya que hacía mucho calor. Jungkook lo perseguía por toda la casa desde que habían bajado por la escaleras, ¡solo quería un beso!
—Amor~ —le habla persiguiéndolo aún.
La energía que Jimin tenía era increíble llevaban más de diez minutos corriendo y aún así no se cansaba.
—No me atraparás alfita —se burla sacándole la lengua antes de correr hasta dentro de la casa de nuevo.
Jungkook ríe y trota hasta él. Lo ve en la cocina de espaldas bebiendo agua, se acerca sin hacer ruido y lo toma de la cintura.
—Te atrapé —susurra en su oído, aprieta ambas curvas con sus manos.
El omega muerde su labio dejando el vaso en la mesa. Jungkook lo gira y se miran a los ojos, sus ojos brillan tanto que puede jurar ver destellos saliendo de ellos. Se inclina y besa sus labios. Tan suaves y deliciosos, como si probaras el chocolate más fino y caro en el mundo.
Lo toma de los muslos para subirlo a la mesa, enreda sus piernas en su cadera y lo atrae hacia él, sus brazos van directo a su cuello, tira de los pequeños cabellos de su nuca para impedir que se separe. Sus respiraciones se agitan, el calor subiendo de repente por ambos cuerpos.
Se siente desfallecer cuando la mano de Jungkook sube desde su muslo despacio acariciando toda la piel con pequeñas marcas de besos, la camisa es subida hasta dejarla enrollada hasta su cintura, de repente su cuerpo es echado hacia atrás dejándolo recostado en la madera. Desabrocha los botones hasta dejarlos abiertos y tener acceso a todo su pecho, besa sus clavículas encargándose de dejar nuevas marcas y también arriba de las que ya había hecho para que no se borraran rápido. Jimin respira con dificultad, estaba empezando a lubricar.
Cuando pensó que lo bueno empezaría, el teléfono suena.
Jungkook para y voltea hacia atrás por donde provenía el sonido. Susurra un "lo siento" en los labios de Jimin y sale de la cocina. El pelirrojo suspira y se sienta de nuevo, acomoda la camisa de nuevo, limpia con sus deditos el resto de saliva que dejó su alfa alrededor de sus labios.
Jungkook aparece de nuevo con el teléfono en su oído, tenía cara de concentración.
—Está bien, iré para allá en media hora —corta la llamada.
—¿Quién era? —pregunta luego de ser ayudado por Jungkook para bajar de la mesa.
—Era Taehyung, quiere que vaya a la oficina para arreglar unos papeles.
—Oh, ya veo. Pensé que no irías a trabajar esta semana —hizo un puchero.
—Sabes que no puedo resistirme a tus pucheros y aún así los haces —lo besa—. Te prometo que solo es hoy, iré y regresaré rápido para pasarla todo el día juntos y poder terminar algo que dejamos pendiente.
Dejó caer su mano en su trasero, Jimin brinca y se pone rojo.
—Jungkook...
—Te amo.
—Y yo a ti.
Ambos suben a la habitación, Jungkook entra directo a bañarse mientras Jimin busca un traje lindo para él, lo deja acomodado en la cama luciendo impecable y se sienta a un lado esperando. Revisa su teléfono viendo las notificaciones, alguno que otro mensaje acumulado, no era fan de responder así que solo dejaba que se juntaran todos en la bandeja.
—Estaba pensando en ir a cenar esta noche a ese restaurante que tanto te gusta amor, ¿qué opinas? —Jungkook aparece secando su cabello con una toalla.
—Me parece perfecto, se me antoja una pasta con crema de champiñones —muerde su labio y recorre su cuerpo con la mirada.
—Entonces tenemos una cita, haré la reservación en el camino.
Se despide de Jimin luego de terminar de arreglarse para ir directo al auto donde su chofer lo estaba esperando.
Queda solo en casa, mira hacia todos lados y no sabe que hacer.
—Quiero cereal con yogurt —acaricia su pancita.
✧✦✧
Llega a la oficina a tiempo, su secretaria le avisa que Kim ya estaba esperándolo, le da las gracias y va directo hacia allá.
Abre la puerta y ve a su amigo hojeando una carpeta.
—Hola Taehyung, ¿qué tal todo? —Jungkook le sonríe y se sienta frente a él.
Taehyung aprieta los labios y deja la carpeta en la mesa arrastrándola hasta dejarla frente a él.
—Increíble hermano, ¿y a ti cómo te va?—pregunta entrelazando sus manos sobre la mesa.
—Oh bueno, ahora que lo preguntas, de maravilla diría yo —él dice con mucho ánimo, demasiado contento—. Pero bueno, ¿qué era lo que teníamos que revisar?
Le gustaba mucho contarle a su amigo de las cosas que le pasaban pero primero tenían que resolver el pequeño trabajo que tenían pendiente.
Taehyung estaba nervioso, esta excusa para poder verle podía costarle la vida, era la única forma de pedir ayuda. El micrófono debajo de su camisa lo sentía arder en su piel, ellos estaban escuchando todo lo que hablaban, por suerte no habían incrustado una cámara en sus ojos para verlos a ambos, pero sabía que había un francotirador enfrente del edificio apuntando su cabeza.
—Esto es lo que quería revisar —apunta la carpeta—. Amm, los socios avisaron que llegarían porque hay problemas.
Jungkook toma la carpeta pero frunce el ceño así que posa su mirada en él. Taehyung da dos golpes con su dedo corazón en la mesa, luego de otros tres con el pulgar, y mierda Jungkook se acuerda.
Era un tipo de clave que ellos dos tenían desde que estaban en la secundaria, quien diría que algo tonto para poder pasar el examen los salvaría a ambos ahora.
Mueve sus ojos hacia la ventana como si no hubiera nada, rasca su nariz y apunta hacia allá. Jungkook carraspea y deja la carpeta en la mesa para acomodar su saco y voltear hacia allá.
—Puedes pedirle que vengan para resolver el problema, ¿es algo grave? —da dos golpecitos con su dedo.
—Si, tanto así que quieren matarnos —"bromea", ambos ríen.
—Podemos resolverlo, hablaré con mi secretaria para pedir que los cite en la semana —aprieta la mandibula, hace como que se queja.
—No te preocupes Jungkook, lo resolveremos.
—Tengo que ir a casa Taehyung, ¿nos vemos en otra ocasión? —Jungkook quería correr hacia Jimin, algo andaba mal.
—Si claro, nos veremos luego.
Ambos se abrazan más fuerte de lo debido, con la mirada le pide que guarde silencio.
—No se te olvide la carpeta, tienes que revisarla o si no nos cortarán las pelotas—ríe con nerviosismo antes de salir ambos de la oficina.
Visualiza a uno de ellos con un traje negro y lentes oscuros al final del pasillo, lo están esperando a él, tenía que ir de nuevo con aquellos locos.
Palmea el hombro de Jungkook y le comenta que irá a su oficina por algo que olvidó, él entiende y corre hacia el elevador. Abre la carpeta y es donde entiende todo.
"Estamos en problemas y necesito de tu ayuda ahora, no podemos hablar porque me tienen vigilado con micrófonos, tus padres te quieren joder y no sé que hacer para poder pararlos."
Aprieta la hoja en su mano y cierra los ojos dándose golpes en la frente, mierda, mierda y más mierda.
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